03/06/24
Necesitamos una espiritualidad ecológica, una nueva manera de situarse ante la naturaleza que somos, ante todos los seres que son nuestros hermanos y hermanas. “El grito de los pobres y el grito de la Tierra” son el mismo grito. Una espiritualidad que descubra el misterio de Dios en el corazón del Cosmos y contemple el Cosmos en el misterio de Dios. Una espiritualidad animada por la cortesía y la gentileza para con todas las criaturas, tratadas como hermanas. Una espiritualidad que percibe la materia no con los ojos de Descartes, como una extensión inerte y opuesta al espíritu, sino con los ojos de Francisco de Asís, como una criatura hermana: hermana agua, hermano fuego y hermano aire, hermana madre tierra que somos y que nos hace ser. Una espiritualidad capaz de intuir en un trozo de piedra el Espíritu que duerme y danza, que sueña, juega y crea. Leonardo Boff en José Arregi, Espiritualidad ecológica y liberadora, Redes Cristianas, noviembre de 2010