Ir al contenido principal

13/03/25

DÉJATE VER ESCUCHANDO

Oh buen Jesús, óyeme!

Claro, Tú siempre lo haces, aunque no te lo implore. Estás siempre atento a mi súplica y a mi agradecimiento. Conoces mis necesidades, mis carencias y mis fallas. También conoces mis dones, mis aciertos y mis luces. Oyes mi voz entre todas las que se alzan hacia ti, porque me conoces y me amas en lo individual. Me oyes con amor y compasión ya que conoces mis afanes. Quiero aprender a escuchar como Tú. Quiero aprender a escuchar a mi prójimo. A no gritar por encima de sus palabras, ni ahogar su voz con mis prejuicios y mis pendientes. Quiero aprender a oír sus palabras con solidaridad, compromiso y encuentro. Quiero aprender a escuchar como Tú. Quiero aprender a escucharme y estar atento a mis palabras. Que sean siempre de aliento y consuelo. Que lo que oiga salir de mi boca no cause dolor. Que no sean palabras de desánimo o calumnia que separen. Jesús, soy yo quien necesita oírse, quien necesita escucharse, ya que Tú siempre lo haces. Frederick Armstrong en pastoral sj

ORACIONFESB