17/11/21
La vida de Rosa Filipina dio mucho fruto. La semilla pequeña de su vida plantada en buena tierra, creció… Y ella hoy nos enseña que la vida entregada desde el amor siempre da frutos. Hoy, queremos ayudar a crecer en nosotros la semilla que Dios nos ha concedido para ser los niños y adolescentes que transformen la realidad.
“Señor, eres como aquel hombre que sembró en su jardín: tienes en la mano el grano de mostaza de mi vida, y conoces mi insignificancia, me invitas a contemplar el resultado final y a fiarme de las fuerzas ocultas del crecimiento que has escondido en mi pequeñez.
Eres la Palabra sembrada en mi corazón, parece frágil e inconsistente, pero cuando la dejo germinar y crecer, se convierte en un gran árbol que ofrece sombra a los cansados”. Dolores Aleixandre
“ Predica con la vida más que con palabras” Sta. Rosa Filipina