24/04/24
HAY QUE NACER DE NUEVO
Nací una vez, a la luz, a la vida, al ruido, a los olores, al calor y al frío, a los abrazos, al hambre, a los sabores, a la saciedad, al gusto, a la música, a la ternura, a los encuentros.
Después, pequeñas muertes fueron matando sueños, anhelos, inocencia y pasión. Si tú tiras de mí, naceré de nuevo, al Reino y al Evangelio, al amor y la esperanza, a la voz de los profetas, a una misión.
Cada vez que muera, volveré a nacer. La verdad se irá curtiendo en mil duelos. El Espíritu irá renovando mi yo gastado.
El agua viva lavará cada herida vieja. Hasta esa última muerte que será antesala de un último nacimiento, a la Luz, a la Vida, y al Amor. Y esta vez para siempre.
José María Rodríguez Olaizola, sj