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24/10/23

HABLA, SEÑOR, QUE TU SIERVO ESCUCHA

“Corriendo un día, me toca un hombre la espalda y me dice que mire para atrás. Me pregunta cómo podía ser que hubiera gente que no creyera que Dios existía, y… me largué a llorar. Fue muy fuerte porque realmente entendí que para poder cambiar de verdad tenía que dejar de lado muchísimas cosas”.

Esta mañana me paro un momento a reflexionar cuándo he agradecido la presencia de Dios en mi vida; cuándo he sentido su llamada y le he escuchado.

https://www.facebook.com/watch/?v=1242530135791683&ref=sharing

ORACIONFESB