15/11/21
Es esta semana vamos a fijar nuestra mirada en Sta. Rosa Filipina, la primera misionera de la familia del Sagrado Corazón. Hoy, ella nos recuerda la importancia de cruzar esa frontera de mi yo a los demás, esa frontera que nos lleva a la compasión e implicación con los demás.
Te pedimos, Señor, Espíritu de la Vida,
que bendigas nuestra capacidad de amar,
para que en nuestros gestos y palabras,
en nuestro trabajo y descanso,
en nuestras esperanzas y proyectos,
en nuestras dificultades y esfuerzos,
crezca en nosotros el deseo de cruzar fronteras,
de acercarnos a los demás, especialmente a aquellos
que más necesitan la caricia de la esperanza.
Que seamos mujeres y hombres de diálogo, de escucha, de cercanía entrañable y de paz. Amén
“Dios no pide grandes obras, sino un corazón que no se guarda nada para sí mismo…” Sta. Rosa Filipina