La Sociedad del Sagrado Corazón
Desde la intuición original de Magdalena Sofía Barat las Religiosas del Sagrado Corazón buscan descubrir y manifestar el amor del Corazón de Jesús. Reunidas en comunidad están llamadas a anunciar el Evangelio y abrir caminos para la justicia, la esperanza y una vida más humana para todos.
La Congregación de Religiosas del Sagrado Corazón es internacional desde sus orígenes. Están presentes en los cinco continentes, lo que supone una enorme y rica diversidad religiosa, geográfica y cultural puesta al servicio de la misión común de manifestar el amor de Dios al mundo. Este camino de internacionalidad es un desafío y una oportunidad para encarnar de múltiples formas y con diversos rostros el amor de Jesús.
Hay tres valores que, desde el inicio, están en el corazón del carisma y la vocación de la Congregación:
- La vida en comunidad donde, reunidas en torno a Jesús, las religiosas comparten lo que son y tienen y son enviadas a anunciar el Evangelio.
- Una vida plenamente contemplativa en la que viven un encuentro personal con Jesús y en la que aprenden a mirar la realidad con su misma mirada y sus mismos sentimientos.
- Una vida plenamente apostólica que las impulsa a salir al encuentro de los otros para comunicar el amor del Corazón de Jesús, encarnado en gestos sencillos y concretos.
Hoy la vocación educadora, que también desde los inicios ha ido configurando la sociedad del Sagrado Corazón, toma rostros variados que permiten caminar junto a niños, jóvenes y adultos.
Las religiosas desean compartir su espiritualidad del corazón, convencidas de que tiene mucho que decir al mundo de hoy y quieren hacerlo de una forma especial con los jóvenes, uniendo esfuerzos para construir un mundo conforme al Reino de Dios, creando espacios de encuentro con el Dios de la Vida y donde se pueda mirar el mundo a través del Corazón traspasado de Jesús para comprometerse para que todos tengan vida.