15/01/24
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos (Papa Francisco)
Bienaventurado eres tú, cuando permaneces disponible, compartiendo sencillamente lo que tú posees y eres para bien de los demás, especialmente de los más vulnerables. Bienaventurado eres tú, cuando decides relacionarte con los demás de una forma humanizadora, basada en el diálogo, la humildad y la ternura. Bienaventurado eres tú cuando siempre estás atento y dispuesto para poner al servicio de los demás tu tiempo, tus cualidades y capacidades personales. Bienaventurado eres tú cuando tratas de escuchar desde el corazón a los demás, para descubrir la riqueza de humanidad y de vida que hay en su interior. Bienaventurado eres tú cuando con tu manera de ser y actuar, eres sembrador de paz y favorecedor de encuentro y convivencia. Bienaventurado eres tú, cuando sientes en lo profundo de tu corazón el amor entrañable que el Padre Dios tiene por ti, y te propones amar a tu prójimo con ese mismo amor entrañable y comprometido.