06/03/24
DESCUBRO MI INTERIOR
Las religiones orientales, como el hinduismo y el budismo, utilizan numerosas técnicas que ayudan a las personas a entrar dentro de ellas mismas. Una de estas técnicas son los MANTRA. Un mantra consiste en una sílaba, una palabra, una frase o un texto largo que, al ser recitado y repetido varias veces, va llevando a la persona a un estado de profunda concentración. Hoy vamos a experimentar cómo también nosotros podemos servirnos del método de los mantras para entrar en nuestro templo interior, y, desde aquí, encontrarnos con nosotros, con la calma y dirigirnos a Jesús. Para ello comienza sentándote cómodamente en el pupitre y apoya bien la espalda en el respaldo de la silla. Pon las manos sobre tus rodillas y relaja poco a poco tus músculos. Cierra los ojos y mantén erguida la cabeza. Nota que tu respiración se va haciendo más acompasada. Concéntrate en el aire que entra y sale por tu nariz. Descubre cómo ese aire es la vida que va alimentando tu cuerpo cada vez. Ahora, sin abrir los ojos, vas a repetir con voz muy tenue la frase “Señor, Tú eres mi refugio”. Repítela despacio varias veces. Concéntrate en esa frase. Imagina que, en una fuerte tormenta, corres a guarecerte en un refugio caliente y acogedor. ¡Qué bien se está aquí! Continúa repitiendo esta misma frase; pero ahora lo vas a hacer sin pronunciar ningún sonido. Acompásala a tu respiración. Cuando inspires repites en tu interior: “Señor”; cuando espires continúas “Tú eres mi refugio”. Hazlo muy despacio y repítelo unos minutos. Si te distraes vuelve a visualizar con calma este refugio en medio de la tormenta. Ahora, despacio, abrimos los ojos y evaluamos la experiencia.