25/10/23
TE ESCUCHO, SEÑOR
En esos momentos en los que me siento solo, sin fuerzas. En los momentos de frustración y desconsuelo. Me paro un momento, te escucho. Respiro profundamente y te siento dentro de mí.
Siento cómo tu fuerza va invadiendo todo mi ser. Tu paciencia, tu palabra, va renovando mi espíritu. Como la savia en los árboles, tu verbo hace florecer en mí, esa paz y armonía que tanto necesito.
Gracias, Señor, por estar siempre a mi lado.
Gracias por escucharme y sostenerme.